Un vistazo general
del viaje
Aunque al final de este boletín puedes encontrar los medios de tener e imprimir, si lo deseas, el itinerario del viaje, deseamos darte aquí un poco de información. El domingo 7 de junio del 2015, nos reuniremos en el aeropuerto internacional de Orlando, Florida. Allí abordaremos un avión de la línea Air Canada para realizar nuestro vuelo a la bella ciudad canadiense de Toronto, esto quiere decir que incluimos a Canadá en nuestro viaje. Luego allí tomaremos nuestro vuelo transatlántico para aterrizar en la hermosa ciudad de Estambul, en Turquía. Después de visitar varios de los importantes y exóticos lugares de esa bella ciudad, que es el puente entre Europa y Asia, y de ser hospedados en uno de los más lujosos hoteles y disfrutar de sus apetitosas comidas, emprenderemos nuestro peregrinaje a través de los lugares donde se asentaron las siete ciudades donde existieron algunas de las iglesias cristianas del Asia Menor. A esas iglesias Jesucristo dirigió cartas de amonestación por medio de Juan desde la isla de Patmos. ¿Has escuchado la historia del caballo de Troya? Pues estaremos en ese lugar de paso. Luego de terminar nuestra peregrinación, abordaremos nuestro barco crucero en un puerto cercano a la ciudad de Éfeso y zarparemos rumbo a la isla de Patmos. Pasaremos un bendecido sábado en esa isla llena de recuerdos e inspiración. Luego, el domingo estaremos en otras islas griegas preciosas como Santorini. ¡Ah! ¡Qué belleza! Disfrutarás de la vista de esas pintorescas casa blancas de techos azules. ¡Es un espectáculo único! Otra isla donde estaremos es Creta, que la Biblia registra como un lugar a donde Pablo llegó e hizo discípulos. Al fin llegaremos a Grecia para visitar dos ciudades muy importantes relacionadas con el ministerio del Apóstol Pablo: Corinto, a la cual dirigió dos cartas, y Atenas, la cuna de la cultura occidental. ¡Vas a caminar frente al Areópago donde Pablo predicó a los griegos sobre “el Dios no conocido”, al cual ellos adoraban sin conocerlo! Además, contemplarás otros bellos lugares de Atenas y verás algo poco común: los árboles que bordean las calles de esta ciudad son naranjos. ¿Te imaginas el perfume de azahares que se podrá inhalar en el tiempo cuando estos árboles florecen? De Atenas regresaremos a casa con la seguridad de haber aprendido y disfrutado más de lo que habíamos imaginado.
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