¡Seguimos adelante!

La semana pasada no quedamos en el hotel de Canakkale en el extremo oeste de Turquía. Amanece la mañana del miércoles 10 de junio del año 2015 mientras nos levantamos en el bellísimo Hotel Kolin, http://www.kolinhotel.com. Después de disfrutar la impresionante vista desde la ventana de nuestra habitación, nos disponemos a tomar nuestro abundante desayuno buffet y a alistarnos para emprender nuestra jornada. Esa mañana llegaremos a la legendaria ciudad de Troya. De ella ya conocíamos. El gran poeta ciego Homero la incluyó en su extraordinaria obra épica, “La Ilíada” . Sobre la guerra contra los griegos y la extraordinaria resistencia de sus valientes soldados se presenta en películas, tales como la que protagoniza Brad Pitt en su espectacular papel del héroe griego Aquiles. Las fuerzas mancomunadas de las ciudades-estados griegas logran al fin la victoria dejando, como abandonado en las arenas de la playa en su aparente huida, un gigantesco caballo de madera. Al creer los troyanos que los griegos habían dejado atrás su más valioso dios, decidieron entrarlo a la ciudad que creían inexpugnable. Poco sabían ellos que estaban marcando con este acto su derrota pues en el interior del descomunal caballo se había acomodado un escuadrón de soldados, quienes en la oscuridad de la noche saldrían a abrir las puertas de la ciudad a sus compañeros. Esa noche ardió Troya, y pasó a la historia. Creo que podemos sacar una importante lección en esto. Debemos preguntarnos, ¿estaremos permitiendo que “caballos de Troya” entren a la ciudad de nuestra mente que luego se conviertan en nuestros peores enemigos? Es un buen punto para meditar. La Troya histórica estuvo habitada desde principios del tercer milenio a. C. Está situada en la actual provincia turca de Çanakkale, junto al estrecho de los Dardanelos, entre los ríos Escamandro (o Janto) y Simois y ocupa una posición estratégica en el acceso al Mar Negro. En su entorno se encuentra la cordillera del Ida y frente a sus costas se divisa la cercana isla de Ténedos. Las especiales condiciones del estrecho de los Dardanelos, en el que hay una corriente constante desde el Mar de Mármara hacia el Mar Egeo y donde suele soplar un viento del nordeste durante la estación de mayo a octubre, hace suponer que los barcos que en la antigüedad pretendían atravesar el estrecho debían esperar a menudo condiciones más favorables durante largas temporadas en el puerto de Troya. Tras siglos de olvido, las ruinas de Troya fueron descubiertas en las excavaciones realizadas en 1871 por Heinrich Schliemann, tras unas prospecciones iniciales realizadas a partir de 1863 por Frank Calvert. En 1998, el sitio arqueológico de Troya fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. ¡Bien! Esto es todo por hoy. En nuestro próximo boletín semanal continuaremos narrando nuestro viaje adelantado correspondiente al miércoles 10 de junio del 2015. Dejando atrás a Toya, comenzaremos nuestro recorrido por los asentamientos donde estuvieron, en el primer siglo, las iglesias cristianas a las cuales Jesús envió sendos mensajes de amonestación y de esperanza. Comenzaremos con Pérgamo, pero será la próxima semana. ¡Hasta entonces, pues!

Leer más

Seminario sobre las Siete Iglesias del Apocalisis

Parte 6
Por el pastor Rolando de los Ríos

Espero que todos hayan podido ver la serie de televisión que presenté del 18 al 25 de octubre, desde Hollywood, Florida. Ella fue una importante base para nuestro seminario que aquí estamos desarrollando en preparación para nuestro viaje a esas tierras preñadas de historia y recuerdos importantes para el cristianismo. Si no pudiste participar de esa serie televisiva de la RED de la Florida 2014, no te desanimes. La buena noticia es que dentro de dos meses, más o menos, estará disponible en YOUTUBE. Solamente, presta atención a las informaciones que daremos mediante este boletín. En la clase anterior dejamos al anciano apóstol Juan anonadado frente a la impresionante visión en aquella mañana sabática. Su gran Maestro, Jesucristo, se le había aparecido en una forma magistral, con ojos como llamas de fuego y con piernas duras como bronce. ¡No hay quien pueda doblarle las piernas a Cristo! ¡Él es el Todopoderoso! Pero hay algo más. ¡Siéntate bien antes de mostrártelo! Dice el texto descriptivo que tiene en su mano derecha siete estrellas. Ellas representan a su pueblo, como analizaremos en las próximas clases, pero para mí tiene una importancia capital. Hace poco miraba un documental de la segunda guerra mundial, cuando el gran general Douglas McArthur recibía de los grandes generales japoneses, el documento en el cual firmaron su rendición, poniendo así fin al conflicto. Me impresionó ver en el cuello de la camisa de este valiente héroe, cinco estrellas en reconocimiento de su alto cargo como general del ejército de los Estados Unidos. Más tarde, en 1955, fue promovido para recibir una posición que pudo ser de seis estrellas, pero él declinó tal promoción. Todos nos sentimos orgullosos de este general, pero yo me siento más orgulloso aún al ver a Jesús, mi General de ¡siete estrellas!, con sus piernas de bronce a quien nadie puede vencer. ¿No es esto maravilloso? ¡El es el Superhéroe de la Revelación! Cuando Juan cayó como muerto a sus pies, Jesús puso su mano sobre él diciéndole: “No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del sepulcro”. (Apocalipsis 1:17, 18). En medio de tus dolores y preocupaciones de la vida, cuando veas el manto negro de la oscuridad a tu alrededor y creas que estás solo, completamente solo, es entonces cuando sentirás el calor de una mano sobre tu cabeza y una voz que te dirá: “¡No temas!, no temas a la vida por que yo vivo por los siglos de los siglos; no temas a la muerte porque yo tengo las llaves del sepulcro”. Puede ser que estés al borde de “colgar la toalla”, cuando creas que no puedes más. Es entonces cuando debes recordar que en la cintura de tu Salvador está colgado el llavero. ¡El tiene las llaves para abrirte todas las puertas, aún la de la tumba! Entonces el Señor le pidió a Juan que hiciera algo importante: “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias” (Apocalipsis 1:19, 20). Como seguramente has notado desde el mismo comienzo del Apocalipsis, lejos de ser un mensaje aterrador, se presenta como un mensaje de fe y confianza en Dios. Si necesitas apoyo, ¡qué reconfortante es saber que tienes un sacerdote y abogado intercediendo por ti! Si necesitas valor, ¡mira a tu general de siete estrellas! Si necesitas protección, ¡levanta tu vista al que tiene las piernas de bronce bruñido! Si necesitas saber que no estás solo o sola, arrodíllate ahora mismo y espera hasta sentir el calor de aquella mano y la dulzura de aquella voz que te dirá: “No temas”. Y si te volteas a mirar la mano, notarás que tiene una cicatriz.

El seminario continuará la próxima semana. ¡Invita a otros a participar! Solamente envíanos su email para incluir a esa persona en nuestra lista de envío. (viajeEnFamilia2015@gmail.com).

Si deseas invitar a alguien para que reciba el boletín y este seminario, puede solicitarlo escribiendo a: viajeEnFamilia2015@gmail.com

Si deseas hacer el QUIZ de esta clase, por favor, Pulse Aquí.


Leer más

LA RESERVACION

Si no ha hecho ya su reservación, no lo deje para luego, recuerde que tenemos un precio especial hasta fines de noviembre y buenas facilidades de pagos. Puede encontrar todo lo que necesita saber si pulsa aquí.
Usted ha recibido este boletín como cortesía del programa EN FAMILIA que patrocina este viaje, pero si prefiere no recibirlo en lo sucesivo, lo sacaremos de la lista de envío si pulsa donde se indica abajo.

Para dar de baja, Pulse aquí